Esa tarde, estaba segura que podía descubrir, de que se trataba el juego de los chiquillos. Este consistía, en arrancar del Mariano a mil por horas por los pasajes, con dirección hacia Nataniel. Veía siempre arrancar al René, al Pelé, al Jorge, al Pepe, al Claudio, al Carlos y al Lucho Pino, al Keno y me parece también a ver visto al Marco y a otros tantos, era un grupo bastante grande. La incógnita para mi, era verlos correr despavoridos, luego llegar y atravesar el pasaje desde Roberto Espinoza, todos bien amarrados en fila india, con una gruesa soga y arrastrados por el Mariano hacia la calle Lord Cochrane, para después, de unos veinte minutos, llegar muertos de la risa y sudados, todos desatados a juntarse de nuevo en el pasaje, para volver a realizar el mismo ritual. La sorpresa fue cuando entendí, de que se trataba el juego. El Mariano los ataba y esperaba la micro Ovalle Negrete si mal no recuerdo, que pasaba por Lord Cochrane terminando su recorrido, para dar la vuelta por la Alameda y devolverse por Nataniel, hasta Inés de Aguilera, donde estaba su garita y desde ahí comenzar su trayecto. La gracia era subirlos solo a ellos en la micro, amarrados, esperando que se desataran antes de llegar a Nataniel, principalmente antes de llegar a la garita.
Terminal de Buses Via Sur ubicada a un costado de Plaza Almagro
Microbuses de locomoción colectiva.